Desde Puerto Rico.
A una semana del terremoto, lunes 13 de enero acabo de dejar a mi hijo de regreso en la escuela, me sentí hasta un poco irresponsable. No creo haberle explicado que hacer en caso de otro terremoto, me siento mala madre. No sé si a pesar de la certificación de estructura que recibí de la escuela, ese plantel sea seguro en caso de otro sismo. Mi hijo quedó hoy a la merced de la vida misma y de sus compañeros y maestros. Espero que tengamos un día en paz, sin nada que lamentar.
Lo busqué sano y salvo a casa de mi madre, me
contó que hicieron simulacro de terremoto, que no hay muchas salidas de
emergencia. Tremendo, callé obviando hacer comentarios innecesarios. Me dijo
que quedó con dudas, qué chavienda, parece que no hubo tiempo de preguntas y
respuestas. Me quedé pensando en lo de las salidas de emergencia y no le
pregunté cuál era su duda. Me toca hoy aclarar eso para ambos. Tal vez yo pueda
contestarla, sino, tendremos que dar follow
up.
Me quedé dormida temprano, ya a las 10 tuve
que forzarme a ir a dormir al cuarto y no frente a la tele. Estaba que no podia
con el sueño. Me acuesto y siento que tiembla la cama. Trato de discernir si soy
yo o es Lucas moviéndose, no sé. Me entra la perse, extiendo mi mano y toco la
pared, siento que se mueve suavemente, pero dudo, sí, como que la cama tiembla
un chin. Coño yo tenía sueño y viene a temblar ahora. Pero dudo, no sé si es mi
perse, las puertas del closet no se mueven, prendo la linterna del celular, y
apunto a la lámpara que siempre me indica si se mueve porque es super liviana.
No se mueve. La luz de la linterna me ciega, me molesta, duele casi. Ya me
desperté. Quiero constatar si tembló, entro a Facebook, nadie dice nada de
haberlo sentido. Y no quería abrir Facebook, tenía sueño y siempre hay algo que
me distrae.
De repente veo un video de una mujer asiática mordisqueando una rana o sapo no sé cuál y el título dice algo que no recuerdo exactamente pero,
pero era algo como sapo/rana en salsa de no se qué y se ve la mujer cocinando
al aire libre. Me jodí. Veo el video en “contra de mi voluntad”. Está
interesante, asquerosamente interesante, está abriendo y limpiando el anfibio
con agua turbia del río, uhum, sigo interesada, no se ven NADA apetecibles,
pero entiendo que me están enseñando este video porque me gusta cocinar
supongo. No quiero pensar que para estar preparada con una recetita en caso de
emergencia tenga yo que comer sapos concho en salsa de melon y chile asi como
después de un terremoto. Sigo interesada. La mujer se ve super animada
cocinando, está loca por meterle el diente a los cosos esos. Nos enseña los
ingredientes, no sé que son porque estoy viendo el video en mute, mi hijo duerme y no quiero
despertarlo ni despertarme tanto, porque entiendo que tiene música y la música
me despierta al 100%, estoy un 80% despierta. Son par de polvos blancos,
asumiendo que es sal y azúcar y algunos otros que no tengo idea que serían. Me
gustan todos los otros condimentos que veo y que reconozco, limoncillo fresco,
albahaca, chiles, no sé que más, se los echa a las ranas que están en un
recipiente y las adoba. Sigo interesada. Corta unos melones a mitad, le saca el
melon con una cuchara, pone las 4 mitades en un caldero grande y 2 sapos en
cada uno. Ok, de platos y olvídate del melón como tal. Sigo super interesada. Luego le echa en el centro aceite, no
sobrepasa los melones, prende una fogatota como que lo hace todos los días y
pone el caldero a cocinar. Lo va chequeando mientras hace una salsa de pique en
un pilón, con ajo, chiles rojos frescos, melón y par de otras cositas. Se ve
rica, picante y rica. Vuelve a abrir el caldero que ahora tiene rocas encima de
la tapa. Hubo serio editing. Sigo interesada, el video es más largo de lo que
pensé. Ya estoy un 90% despierta damet.
Saca los sapos, sonríe y se casi babea cuando los huele, los sirve en un plato
que veo que todavía tiene el sticker
de la marca de platos y les tira por encima la salsa. Mientras nos enseña el
plato que honestamente se ve ASQUEROSO, ella se relame. Corte a ella
mordisqueando el anfibio y saboreándoselo a plenitud. El mordisco fue gigante, fue una pata la que se comió, nos enseña el hueso. Se notaba
que había quedado super tierno y jugoso, como cuando la carne sale del hueso like butter. La mujer no podia parar de comer. Me dio un
chin de asco pero estuve interesada hasta el final, ¿morbosa yo? Nah, pero decidí que ya
era hora de volver a dormir. Se me olvidó si temblaba.